Simón Bolívar, el líder de un proceso revolucionario, ejemplo de dignidad, de moralidad y sanos principios sociales; quien fue el precursor de colocar en la oficinas públicas : “Prohibido Fumar”, y quien apenas bebía una copa de vino durante la cena, tenía sin embargo una debilidad: El Juego. “Vean ustedes lo que es el juego: he perdido batallas, he perdido mucho dinero, me han traicionado, me han engañado abusando de mi confianza y nada de esto me ha conmovido como lo hace la pérdida de una mesa de ropilla: es cosa singular que una acción tan frívola para mí como lo es el juego, por la cual no tengo pasión ninguna, me irrite, me ponga indiscreto y en desorden cuando la suerte me es contraria. ¡Qué desgraciados deben ser los que tienen el vicio o el furor del juego! Sin embargo, mañana empezaremos de nuevo, y si pierdo les prometo que estaré más paciente que esta noche y que me armaré de toda la calma del General Soublette para desafiar la mala suerte”.
Así le expresó Bolívar a su edecán, en la oportunidad en que esperaban los resultados de la Convención de Ocaña. Bolívar reconocía que el juego era lo único que lo sacaba de sus cabales, lo único que lo divertía y lo único que le quitaba el sueño, cuando el juego de cartas se extendía hasta la madrugada.
El 21 de agosto del 2005, el Programa Dominical Aló Presidente se transmitió desde la isla de Cuba era el Programa 231, cuando el Presidente Chávez se dirige a su anfitrión: “Este número da suerte. Fidel juégate el 231, a lo que respondió Fidel: La revolución cubana no permite el juego. Nosotros creemos sólo en el trabajo productivo para ganar dinero”… A partir de ese momento, el juego de lotería en Venezuela cayó en desgracia en la suerte revolucionaria.
Un tema tabú que los diputados ven con resquemor; y cuando se habla de “lotería”, el tema es tratado con desprecio por los partidarios del gobierno. Una postura “antilotería” como la viene predicando Williams Izarra en su visión del Socialismo y adoctrinamiento de la Revolución Bolivariana; postura que también recoge la Ley RESORTE que prohíbe la transmisión de sorteos de lotería antes de la 10 de la noche.
Pero la verdad es otra... !El juego forma parte de la cultura caribeña, porque está sembrado en la genética de nuestros pueblos como lo confesó Bolívar. Un vicio que llegó con la colonización y nada ni nadie podrá prohibirlo, como no lo pudo prohibir el Sistema Comunista de China, que lo único que logró con la prohibición, fue incentivar aún más el juego clandestino, donde las apuestas incluían peleas de todo tipo: perros, grillos, peces, gallos, hormigas, y hoy el chino es considerado un ludópata compulsivo...
Volviendo al caso cubano y la reflexión de Fidel Castro, el único engañado es el gobierno de Cuba, que no canaliza en Servicios de Beneficencia las masas de dinero que clandestinamente se manejan con las apuestas de triples y terminales. Me dicen mis primos que viven en Guanabacoa, que ciertamente en Cuba no hay lotería, pero eso no importa, ellos juegan con los resultados de la Lotería de Caracas que oyen por radio.
Una reflexión...! Las loterías en Venezuela son patrocinadas por los Servicios de Beneficencia Pública, quienes convierten en bienestar social los aportes que hacen las Operadoras autorizadas; y no obstante la labor social que realizan, el gobierno está empeñado en un imposible: reducir la actividad legal del juego de lotería, que lo único que traerá, al igual que en Cuba y China, es la apuesta ilegal en perjuicio de los institutos de Beneficencia Pública. Pero sin embargo, los Casinos que nada tienen que ver con los Servicios de Beneficencia y son autenticas mafias económicas, si tienen la bendición de los organismos del Estado sin importar su legalidad.
Tomen este dato: Cada año ingresan a Venezuela 36 millones de botellas de whisky escocés y hasta tienen dólares preferenciales. Mientras en Venezuela la Ley se afinca para controlar la loterías legales con lo cual se incentiva el juego ilegal, en el país funcionan 70 casinos, de los cuales apenas 7 son legales ya que sólo pueden funcionar en hoteles 5 estrellas. Los restantes 63 Casinos ilegales abren sus puertas desde la mañana en total impunidad, ya que obtienen del SENIAT permiso para expendio de Licores, de los Bomberos permiso de habitabilidad y de la alcaldía Patente de Industria y Comercio; en fin, son Casinos ilegales que funcionan, no clandestinamente, sino todo lo contrario, se anuncian con inmensos carteles luminosos, ya que cuentan con todas las autorizaciones del Estado, protección policial y no están amenazados por la óptica moralista del Socialismo Bolivariano como lo están las loterías.
Al respecto, es oportuno recordar lo que opinaba Bolívar de las salas de juegos, los casinos y antros de perversión de juegos y venta de licores, que nada tienen que ver con las loterías de Beneficencia, que se han creado a nivel mundial para financiar obras sociales.
Fuente: Jotadobleve.
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